La importancia de este mural no sólo radica en que es uno de los más grandes de Sudamérica con sus monumentales 50 metros de largo y 6 metros de alto, sino sobre todo por el valor de los conocimientos que transmite
El mural está ubicado en la cuadra 9 de la avenida El Sol, la vía más concurrida de la Ciudad Imperial, que va desde la Plaza Mayor hasta Pumaqchupan o “Cola del Puma”. El cual ha sido pintado sobre un bloque de concreto y se eleva a una altura de dos metros.
Para realizar el mural se empleó pintura acrílica traída de México, cuyo pigmento está integrado con una resina sintética, siendo esta un medio polimerizado para aglutinar el matiz.
El mural que representa la historia del Cusco desde la prehistoria hasta nuestros días cubre un lapso de tres mil años, ahí están representados los hechos más significativos.
“Cada personaje tiene las vestimentas y atavíos propios de cada época”, sostiene Bravo, enfatizando que en alguno de ellos se tomó licencias en su representación, mostrando a Pachacútec como personaje central debajo del Dios Inti (Sol).
Así el mural tiene varias escenas. La primera se inicia con las culturas anteriores al Tahuantinsuyo, donde se muestra la domesticación de los auquénidos como las alpacas, y la siembra de cultivos como la quinua, oca, frutas, además de la invención del fuego y el dominio de los metales y la piedra. El autor señala que esta escena concluye con la presencia de los cuatro hermanos Ayar, fundadores del Incanato, que “son cuatro parejas con distintas habilidades y oficios”
.
El siguiente cuadro del mural de la historia del Cusco muestra “la llegada de los españoles, con banderas, estandartes del rey de España, representados por un centauro, mitad caballo y mitad guerrero español, con armadura de hierro.
La siguiente escena muestra el levantamiento en Tinta del precursor José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru I
No hay comentarios:
Publicar un comentario